Después de un verano sensacional, tocaba darle una bienvenida con honores al otoño, y así lo hicimos el 21/09. Por primera vez salimos de la terreta, y nos desplazamos a la localidad vecina de Anna, en Valencia, para hacer el barranco acuático del Gorgo de la Escalera.
Hicimos todo el recorrido de la mano de Tramuntana Aventura, empresa alicantina que se dedica a organizar todo tipo de actividades a grupos y que desde aquí recomendamos encarecidamente. De la mano de Luis, nuestro monitor, nos iniciamos en el rapel y vivimos una jornada espectacular en este paraje singular de la huerta valenciana.
En primer lugar, tras llegar a Anna, cogimos fuerzas y con más o menos dificultad nos enfundamos todo el equipo:
- Traje de neopreno.
- Casco.
- Arnés.
Primera parte: entrada al barranco y primer rapel (7 metros)
El primer rapel lo tenemos al poco de comenzar el barranco. Se trata de un descenso sin agua de unos 7 metros. Como había otro grupo realizando este rápel, Luis aprovechó para darnos las primeras pautas para realizarlo correctamente (para algunos de nosotros era nuestro primer rápel y queríamos disfrutarlo).
Segunda parte: segundo rapel (7 metros) y entrada al agua
Tras superar con éxito el primer barranco, fuimos hacia el segundo. La diferencia fundamental con el primero, es que en este caso caíamos directamente sobre agua de río.
Una vez superado el barranco nos adentramos en el río, que no soltaríamos ya hasta el fin de la jornada.
Tercera parte: primera zona de salto (6 y 7 metros)
Una vez adentrados en el río, llegamos a la primera zona de salto donde teníamos la opción de hacerlo a 6 ó a 7 metros. Allí nos entretuvimos un buen rato en disfrutar de ambos.
Cuarta parte: segunda zona de salto (6 metros)
La zona de agua del barranco es un auténtica pasada. Antes de llegar a la segunda zona de salto, estuvimos un buen rato a remojo tomando fuerzas.
Ya en la segunda zona de salto, esta vez con público, volvimos a catarla.
¡Hasta apareció Superman!
Quinta parte: tercer rapel (30 metros) y fin de la aventura
Llegaba el último rapel, una impactante caída de 30 metros donde bajaríamos al lado de una catarata. Luis nos explicó como afrontarlo, y para allá que nos fuimos. Una experiencia maravillosa.
Tras terminar este rapel, terminamos la zona de agua y dimos por concluido el barranco. Recogimos todo el equipaje y nos quedamos a comer en Anna, que además estaba en fiestas.
Sexta parte: cerveza de victoria en "Bar Ciges"
Brindamos por nuestro éxito en el bar "Ciges", donde aprovechamos para comer. El responsable del bar es también el carnicero de la carnicería "Ciges", que está justo al lado. Además de la cerveza tomamos morro de cerdo, chopitos, patatas de la casa (todo exquisito) y unos bocadillos. Los de embutido se preparan con carne cortada directamente de la carnicería, y son altamente recomendables.
